“He that is too secure
is not safe”.

Thomas Fuller

Estrategia, China, mercados emergentes y un mundo global

Imparto dos cursos en la IE Business School cuyos nombres son: “Estrategias para negocios globales: China” y “Ganar en mercados emergentes”. Ambos enfocados desde una perspectiva realmente multinacional y global. Hay un principio subyacente en los dos: el mundo está cambiando y la globalización está transformando, totalmente, la forma de hacer y entender los negocios.

Es fascinante ver cómo los estudiantes de MBA de quizás quince países diferentes afrontan este asunto, como enriquecen nuestras discusiones y lo profundamente y bien informados que están. De hecho, es interesante enfrentarse a países como China (casi un continente) desde una perspectiva abierta y sin estar limitado por (como escribí en un artículo diferente) un “conjunto de clichés prefabricados del pasado”. Cuando se actúa y piensa abiertamente es increíble la cantidad de nuevos enfoques, ideas, hechos, teorías, realidades empresariales, etc. que encuentras.

Guiado por mi interés en China y otros mercados emergentes, sobre todo desde la perspectiva del impacto que están teniendo en la estrategia y la competencia, asistí a esta conferencia realmente fundamental en el centro de Estudios Internacionales del MIT. Era parte del MIT Security Studies Program Seminar Series. La oradora fue la Profesora Sally Paine del Naval War College, y el título: “China entre el orden mundial marítimo o continental”. La sala de conferencias Lucian Pye fue perfectamente adaptada para la ocasión.

La cuestión principal planteada fue si China iba a convertirse en una “potencia marítima” tratando de ampliar su influencia “por mar, hacia el océano” o, por el contrario, miraría atrás hacia el continente acercándose a Rusia y otras repúblicas asiáticas. ¡Debate fascinante!, Fue realmente “clarificador” la manera en la que la Profesora Payne, basada en un estudio perfectamente organizado de la relación chino-rusa de los últimos 100 años, dio su opinión sobre el hecho de que, el que antiguamente era el “hermano pequeño”, ahora se está convirtiendo en el “hermano mayor” y viceversa.

Esta idea me dio la oportunidad de reflexionar sobre el mismo tema pero relacionado con los negocios y el mundo occidental. China fue la principal potencia económica del planeta hasta el siglo XVIII. Sólo a partir de entonces, tiene, digamos, una posición más pequeña en el campo de los negocios internacionales que, de nuevo, ha cambiado en los últimos 20 años. China es un gigante en la actualidad. Hay muchos planteamientos empresariales que se desarrollan allí mejor que ningún otro país del mundo. Hay muchos enfoques estratégicos que no se pueden entender hoy en día sin tener en cuenta lo que está sucediendo en Beijing o Shanghai.

El análisis “simple” es mantener la idea (“conjunto prefabricado de interpretaciones”) de que China y otros países emergentes nunca alcanzarán los estándares occidentales de vida. Es mejor seguir pensando y analizando estrategias de negocio sólo con una “perspectiva occidental” y considerar la competencia como una cuestión de Estados Unidos y Europa. Tendemos a pensar en esos países emergentes como algo que va a “afectar a los demás” en lugar de pensar: “esto nos está afectando ahora”.

¿Se dan cuenta los líderes empresariales en España y en otros países occidentales de las profundas consecuencias de este gigantesco cambio? ¿Se están tomando las medidas para ser capaces de competir en el futuro? ¿Los profesionales y trabajadores se dan cuenta de que ya están compitiendo por puestos de trabajo, salarios, conocimientos, capacidades, mercados, etc. con estos países? ¿Nos damos cuenta de que esto es muy bueno en “términos de la humanidad en su conjunto” pero es una amenaza para aquellos que no reaccionan? ¿Todavía pensamos en términos de empleo a nivel nacional? ¿Prestamos la atención adecuada al aprendizaje de lenguas extranjeras y a familiarizarnos con estas culturas?

Con frecuencia, el pasado y sus éxitos es el enemigo del futuro. Lo que te hizo fuerte puede destruirte. ¿Estamos preparados? ¿Somos, en realidad, conscientes de esto?, ¿De verdad?

En términos estratégicos necesitamos cambios estructurales fundamentales en muchas áreas: política, internacional, mental, profesional, actitudinal, etc. Será mejor que nos movamos. La estrategia, de nuevo, será la respuesta.

Enrique Cortés Alonso, Ph.D.

Top Management Strategic Advisor

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